La crisis migratoria de Chicago se extiende a los suburbios. Desde agosto de 2022, más de 25.000 migrantes han sido transportados de Texas a Chicago en autobús. Chicago es una "ciudad santuario" para los migrantes. A medida que un gran número de migrantes sigue llegando a la ciudad y ahora a los suburbios, las autoridades municipales se esfuerzan por encontrar refugio y asistencia para ellos.
Suburbios como Woodstock y Hinsdale han empezado a tomar cartas en el asunto poniendo en marcha ordenanzas para impedir que los autobuses dejen a los inmigrantes sin avisar en sus comunidades. El clima invernal está suponiendo un gran reto para la ciudad y los suburbios, ya que los albergues están cada vez más abarrotados.
El abogado John W. Heiderscheidt afirma que "la crisis migratoria seguirá aumentando a un ritmo insostenible hasta que el Ayuntamiento o el alcalde descubran cómo coordinarse con el DHS para impedir que los estados fronterizos del sur transporten a los inmigrantes indiscriminadamente por todo el país. Nuestras políticas actuales son injustas tanto para los inmigrantes como para los residentes que pagan impuestos. Tanto los solicitantes de asilo como los residentes de larga data en la comunidad merecen soluciones que se ajusten al debido proceso."
En los últimos días, el Gobernador Pritzker ha pedido ayuda al gobierno estadounidense para hacer frente al desbordamiento de inmigrantes en la ciudad y los suburbios.